La imitación y la mimetización
lunes, mayo 15, 2023Según el psicólogo Juan Antonio Albalat, domiciliado en Córdoba, España, las relaciones entre hermanos y entre personas con las que nos relacionamos están marcadas por la imitación y la mimetización. Los hermanos tienden a imitarse, a veces, como inocentes rivales en competición, desde edades tempranas a través de la mimetización. La rivalidad entre hermanos puede afectar su relación a largo plazo de manera negativa.
Si la rivalidad es muy intensa y se basa en la comparación constante, puede generar resentimiento y celos que dañen la confianza en las intenciones del otro.
Si la competencia se vuelve desleal o tóxica, con trampas o burlas, puede llevar a una distanciamiento y desconfianza emocional duraderos entre los hermanos e instalarse como prototipo de las relaciones personales.
Algunas consecuencias negativas a largo plazo:
Pérdida de confianza y distanciamiento emocional. Con el tiempo, el resentimiento y los celos exacerbados pueden llevar a que los hermanos dejen de confiar el uno en el otro y se alejen emocionalmente.
Si la competencia se vuelve desleal, los hermanos pueden tener problemas para establecer relaciones afectuosas en su relación de adultos.
Deficiencias en habilidades sociales y emocionales. Una rivalidad muy intensa en la infancia puede dificultar el desarrollo de habilidades como la empatía y la cooperación.
Estudios sugieren que las rivalidades tóxicas prolongadas entre hermanos pueden llevar a relaciones menos estrechas y duraderas.
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